domingo, 3 de enero de 2016

Can Pepó - Sant Pau de Fontclara


Se trata de restaurante ubicado en un edificio, de tipo nave de nueva construcción, ubicado en la parte posterior de una casa, o masía, del pueblo de Fontclara.

Por el estilo de cocina tradicional mediterránea, por el modo de elaboración de sus platos y por la atención recibida por el propio dueño del restaurante, se pone en relevancia -y en valor- que se trata de un restaurante familiar en donde se esmeran para agradar al cliente.

C/ Ponent, 6 -  Fontclara (Girona)
Tel. 972 63 40 17
Precio medio: 20 €

Nuestra valoración: 2 Boreas


Nuestro plato recomendado:
Los dueños del restaurante, que fueron también quienes nos facilitaron amablemente la llave para acceder a Sant Pau de Fontclara, tenían un menú, a elegir entre tres primeros y entre otros tres segundos platos, postre, pan, bebida y café incluido. Así que, por la hora en que estábamos, viendo su moderno comedor, los platos del menú y el precio, nos pareció bien probar su cocina.


El plato estrella fue el segundo: rodaballo! Lo elegimos todos y fue espectacular! Un rodaballo entero para cada uno. Fresco, sabroso, hecho al punto. Para comernos hasta los cartílagos...

Nuestro vino recomendado:
Tal vez aplicando el refrán aquel de "Allí donde fueres, haz lo que vieres", nos decidimos tomar "el tinto de la casa". Y nunca mejor dicho, porque llevaba la etiqueta personalizada con el nombre del restaurante. Bueno, digamos... un vino de mesa, sobrio, elaborado en la zona del Baix Empordà.


Sant Pau de Fontclara

Tal vez eclipsado por el pintoresco porte medieval de pueblos cercanos, como Peratallada o Pals, este pueblecito de Fontclara se muestra tímido atrayendo al turista. Por otra parte, la apariencia externa de la iglesia, con su fachada principal del siglo XVII y con el ábside escondido tras el vallado del solar posterior esta iglesia, hacen que sea todavía menos motivador decidir visitar su interior.



A no ser que... uno ya sepa que allí hubo un antiguo monasterio benedictino y que se encontrará esta sorprendente muestra de la pintura mural del románico de principios del s XIII:


Aunque la pintura al fresco ha perdido parte de su intensidad original, y los trazos que perfilan las formas de la composición, o los trazos que dibujan las caras de los personajes se hayan borrado con el paso de los años, esta pintura mural románica tuvo la suerte de ser restaurada en el 2007.


Todo apunta a una composición canónica del románico: el Maiestas en el centro de la cúpula, rodeado del tetramorfos, con los apóstoles representados en la parte inferior y diversas escenas de la vida de San Pablo.


 
La tenue intensidad del color nos hace fijar más en cada detalle apreciado. Observamos, por ejemplo, en una de las ventanas, lo que exponemos en la siguiente imagen: la representación de Adan junto a la serpiente enroscada en el árbol...


Nos marchamos muy satisfechos de visitar el lugar. Una iglesia con pintura mural original, románica y contemplada con la tranquilidad que permite apreciar su belleza, y percibir esa paz interior que transmite el románico a los que lo admiran con el corazón dispuesto a percibir su miel.