domingo, 7 de diciembre de 2014

Monestir - Sant Pere de Casserres


 Monestir

El restaurante Monestir se encuentra junto al monasterio de Sant Pere de Casserres
Tel. 937 447 118 - 608 892 200
Precio medio: 15-20 €

Nuestra valoración: 1 Boreas


Nuestro plato recomendado:
Por tratarse de un entorno de montaña y por tratarse de un restaurante con bastante cocina de brasa en el menú, nuestra recomendación es optar por una parrillada de verduras de primero y, de segundo, algún plato como el conejo o la codorniz a la brasa. No lo hacen mal.

Nuestro vino recomendado:
Como optamos por zamparnos un menú, nos atrevimos también con el vino de la casa. Lo sirvieron en porrón, lo que amenizó la comida con algunos tragos a brazo estirado esperando no mancharte la ropa!


Nota: las setas de la cesta no son gentileza de la casa, es que no nos pudimos resistir a compaginar la visita románica con una visita a los bosques cercanos...

Sant Pere de Casserres


Monasterio del siglo XI construido con sillares y piedra del entorno inmediato. De naves simples, aire lombardo, gruesas paredes y bóvedas de cañón. Su fría arquitectura -junto a la niebla que nos acompañó en las primeras horas de la mañana- nos hicieron intuir la dureza de la vida monástica en ese lugar en las épocas del medievo.

El luminoso claustro, aunque reconstruido tras unos terremotos del siglo XV, alberga algunos capiteles que muestran un tosco románico.


Pero el monasterio actual permite un agradable paseo por sus diversas estancias: la bodega, la cocina, el refectorio, el dormitorio, la sala capitular, el campanario, la cámara prioral y, obviamente, ... la iglesia!, de tres naves, encabezadas con sus respectivos ábsides. Iglesia que tiene la peculiaridad de ser más ancha que larga y de ser sorprendentemente alta. 


Además, otro de los encantos de este monasterio es su espectacular enclave. Situado en el extremo de la sierra de Casserres y rodeado por el meandro del río Ter - cuando, por fin, se levantó la niebla - nos invitó a saborear el paisaje de los alrededores del monasterio. Lo dicho: espectacular!